

Selección de dibujos presentados en la galería Vértice de Oviedo en 1997, realizados en París el año anterior. Mi estancia en París duró cuatro años. Allí disponía de un espacio reducido de trabajo lo que me obligó a emplear el papel de pequeño formato como soporte de una pintura en la que primaba la expresividad. Lo vivido y aprendido en Ginebra hasta entonces, el planteamiento de la unidad necesaria y fundamental “30 x 20 cm” y las prácticas escuetas sobre la tela dieron paso a estas acciones que tuvieron su razón de ser en el tránsito hacia el empleo de recursos que se irían incorporando al trabajo como el automatismo o la figuración.