
Esta exposición constaba de once telas llamadas Once Ficciones Pictóricas, de una secuencia de una serie de dibujos a los que titulé Ficciones Esporádicas – dado el carácter ajeno a las telas – y de una pieza clave reproducida en la siguiente página: Una Fachada Común, una persiana recuperada de madera sobre la que pinté un rectángulo negro. En el catálogo se incluye un texto bajo el nombre de Una Ficción Transitoria.